Conquistando el Mar Báltico: Suecia

Después de que en mis 3 últimos artículos hice una comparación entre México y Finlandia, es hora de volver a hablar de nuevo de las aventuras y viajes que he vivido por acá. Pero antes de eso, quiero dejar en claro que no hice la comparación para menospreciar a México, ni para decir que es el peor lugar para vivir. Las comparaciones son odiosas, pero a veces necesarias. Lo hice para ver en que podemos mejorar y cuales son las cosas buenas que les podemos copiar a países del primer mundo.

Ya aclarado el punto, les voy a platicar de mi visita a Suecia. Se acercaba Semana Santa, estaba haciendo los últimos planes para un viaje que iba a hacer en esos días a Lituania y Latvia, cuando de repente, Piotr, un buen amigo polaco me marca y me dice, -hay un viaje en ferry a Suecia 2 días antes de que empiece Semana Santa por 7 euros (algo así como 130 pesos), sólo hay que conseguir a otras 2 personas, el camarote es para 4, ¿te interesa?- -Claro, le respondí, por ese precio hay que ir, está regalado-. La condición era que sólo ibamos a estar en Estocolmo 8 horas, pero por lo que había que pagar, no me importaba. Fue un poco difícil conseguir a alguien más que quisiera ir con nosotros, les sonaba atractivo por el precio, pero muchos ya tenían planes para esos días. Al final, Christian, un amigo Alemán, y Arno, un amigo holandés, fueron con nosotros.

Desde que llegas a Finlandia, los extranjeros que viven aquí te dicen que es un must ir a Suecia, que Estocolmo es más bonito que Helsinki, y que el viaje en el ferry está loquísimo. Siempre quise ir pero por razones de tiempo y de presupuesto, se veía difícil que lo pudiera hacer, pero por el precio que mi amigo consiguió, supe que era en esa oportunidad o nunca y que iba a ser complicadísimo conseguir un precio similar.

Así que tuve que preparar las maletas antes y poner un poco de ropa extra, para, como bautizamos este viaje mis amigos y yo, conquistar el Mar Báltico.

¿Qué es lo que hacen un alemán, un polaco, un holandés y un mexicano solteros, donde el promedio de edad es de 22 años en un crucero? Lo que pasa en el ferry se queda en el ferry, pero hay varios datos curiosos.

El barco en el que viajé estaba lleno de finlandeses, rusos, somalíes y gitanos. Eso de que el ferry está loco es verdad, y esque está hecho para eso, tiene un antro, un bar con pista de baile, y como 5 restaurantes, además de que hay máquinas tragamonedas de esas típicas en los casinos por todos lados.

Todos los finlandeses beben como si hubieran llegado del desierto, si compras más de 100 euros en la tienda Duty - Free del barco, te regalan un boleto para que vuelvas a viajar cuando quieras, así que es un círculo vicioso, viajas y viajas gratis pero sigues comprando, y la mayor parte de esos 100 euros se les van en alcohol. Es muy común encontrar por los pasillos del ferry gente que apenas y puede caminar. y ya entrados en copas, a veces se arman los golpes.

Los rusos que conocí sólo iban a Suecia de shopping, se veía que manejaban bastante efectivo, y las mujeres rusas son hermosísimas. Los gitanos y los somalíes se aíslan y sólo se juntan entre ellos.

Durante los primeros 6 meses de este año, hay un show cubano en el ferry, (es bastante chistoso ver a los finlandeses tratando de bailar salsa), conocí a los cubanos  que participaban en el show y me tomé un par de cervezas con ellos, no sé por qué, pero siempre me gusta encontrarme latinos y platicar con ellos.

Después de 17 horas de viaje, llegamos a Estocolmo. Arno ya había ido varias veces, así que el fue nuestro guía. La ciudad está increíble, la verdad sí es más bonito que Helsinki, (lo bueno que mis amigos finlandeses no hablan español).

Conocimos el Estocolmo viejo, la Catedral (una de mis iglesias favoritas en el mundo), la sede del ayuntamiento, el lugar donde se organizan los Premios Nobel, muchísimas iglesias, el Palacio Real y como es el cambio de guardias y al final dimos un paseo por el muelle. Me quedé sin palabras, es una ciudad hermosísima (hay que tomar que nunca ha sido bombardeada). No les digo más, aquí abajo les dejo unas fotos para que así como yo, se enamoren de esta bellísima ciudad.  

 Nuestro barco

 Zarpando de Helsinki

Estocolmo viejo 

Catedral de Estocolmo