martes, 28 de febrero de 2012

México vs Finlandia: Educación

Después de vivir mes y medio en estas tierras escandinavas, es inevitable pensar en las diferencias entre Finlandia (siempre dentro del top 5 de mejores países para vivir) y México.

¿Por qué este país, con menos de 100 años como nación independiente (su independencia fue en 1917), y un invierno crudo de 5 meses, vive mejor que México, con más de 200 años de independencia y recursos naturales que cualquier país envidiaría? Sé que las comparaciones son odiosas, pero si queremos salir del gran hoyo en el que estamos, vale la pena ver qué han hecho los países desarrollados, y cómo podemos aplicar eso en México.

La respuesta es clara y sencilla, y se basa en 3 pilares fundamentales, educación, igualdad y honestidad. Los datos que presento son crudos, pero no reflejan más que nuestra realidad.

Educación: 99% de los finlandeses habla inglés. Sólo 5 millones de personas en el mundo hablan finlandés, y desde hace muchos años, Finlandia se dio cuenta que si quería ser una potencia y abrirse al mundo, su población tenía que aprenderlo. Mientras en México, sólo 2% de la población domina el inglés (http://www.jornada.unam.mx/2009/09/10/sociedad/035n2soc).

El sistema educativo finlandés, está catalogado como el mejor del mundo. No por nada siempre están en los primeros lugares en los examenes PISA, que mide los conocimientos de los alumnos en ciencias, matemáticas y lectura. Claro, aquí no hay sindicatos corruptos como el SNTE, ni líderes como Elba Esther Gordillo. Adivinen en qué lugar está México en este examen, claro, en el último, (http://es.wikipedia.org/wiki/Informe_PISA)

Aquí, la educación se centra en el alumno y en el potencial que puede dar. Desde la primaria, se detecta a los alumnos con bajo rendimiento en alguna asignatura, y se les lleva a grupos especiales donde aprenden a su ritmo. Esto me recuerda a un tweet que alguna vez leí: "Amo el sistema educativo escandinavo. Aprendes muchísimo sin maestros instruidos por la Santa Inquisición".

Los estudiantes de preparatoria no están empeñados en entrar a la universidad, los que no tienen el potencial para cursar una carrera universitaria, lo saben pero no dejan de estudiar, sino que entran a una escuela técnica.
En México, casi todos los estudiantes de prepa quieren seguir estudiando, los menos lo logran, y lo más no lo hacen porque no fueron aceptados en las facultades o no cuentan con los suficientes recursos para entrar a una universidad privada. La mayoría, en lugar de estudiar otra cosa o ir a una escuela técnica, entra al mercado laboral y es difícil que en el futuro empiece a estudiar algo. 22% de los mexicanos va a la universidad, pero sólo el 14% la termina (http://www.jornada.unam.mx/2007/10/15/index.php?section=sociedad&article=044n1soc).

Ser maestro en Finlandia es una de las profesiones mejor pagadas, más reconocidas, y más peleadas. Para ser maestro de primaria, los aspirantes deben de tener mínimo una maestría. Los maestros que me han tocado en la universidad, tienen 1 ó 2 doctorados, siguen estudiando, y tienen muchísima experiencia laboral, y saben lo que el mercado necesita.

La educación es gratuita, aquí no hay clases sociales, todos tienen las mismas oportunidades, el hijo del obrero con el peor sueldo va a las mismas escuelas que el hijo del empresario más exitoso (este tema lo hablaré más adelante cuando toque hablar acerca de igualdad)

Y para terminar con el tema de la educación, las empresas están muy ligadas a las universidades. Me ha tocado que a alguna de mis clases va el Gerente General de cierta empresa, el Director Operativo, el CFO (Chief Financial Officer) incluso, en algunas ocasiones vienen Directores Generales.

Espero sus comentarios, siempre contesto todos, sobre todo me gustaría que me dijeran cómo podemos mejorar.
En mi siguiente artículo, escribiré sobre la igualdad, y en el último, sobre la honestidad.

lunes, 20 de febrero de 2012

Mi primer cumpleaños fuera de México

Como ustedes saben, el pasado lunes (13 de febrero) fue mi cumpleaños, gracias a todos por sus felicitaciones vía Facebook, Twitter o por teléfono.

El domingo 12 veníamos regresando de Laponia (norte de Finlandia, yo vivo en el sur), y llegamos hasta el lunes 13, así que los inicios del festejo me agarraron en el camión.

No es la primera vez que me pasa algo así, en mi cumpleaños del año pasado estuve en un avión de California hacia el D.F, y claro, hubo que festejar en el avión.

Pero esta vez fue diferente, veníamos tan cansados del viaje que a la medianoche del domingo para amanecer lunes todos estaban dormidos, y no sabíamos la gran fiesta que nos esperaba el siguiente viernes (17 de febrero).

La noche del lunes 13 mis roomies me organizaron una cena, algunos de ellos prepararon comida típica de sus países, y otros trajeron comida mexicana. Me dieron algunos regalos esa noche (postales, lomo español y un sombrerote que dice Eslovaquia). La cena estuvo bastante tranquila, seguíamos muy cansados del viaje que acabábamos de hacer.

Y por fin, llegó el día tan esperado, viernes 17 de febrero. Como buen mexicano, cité a todos a las 8 para que llegaran a las 10, y empezar a festejar desde temprano.

Los regalos siguieron llegando, chocolates, más postales, comida japonesa, jamón serrano español, puros, hasta una botella de tequila, la verdad es que no me esperaba tantos.

Cuando dejó de llegar gente, hice cuentas rápido y calculé que más o menos éramos 100 personas (de 70 u 80 países diferentes) en un departamento donde viven 8 (no sé cómo entraron tantos).

Al final de la noche, llegó un ruso que nadie conocía y que después de tanto pensar quien era llegamos a la conclusión de que era un vagabundo o un borracho más de esos que andan deambulando por las calles de Helsinki, (porque tenía las manos azules de las noches que duerme en la calle), creemos que vio la puerta abierta, escuchó ruido y entró a ver qué encontraba.

En Finlandia se toman muy en serio esas ondas del reciclaje, y por cada botella o lata que reciclas te dan dinero. Bueno, pues cuando el susodicho vagabundo estaba por irse, nos pidio que le diéramos todas las latas y botellas que había en el lugar, para cambiarlas al otro día por dinero. Mis roomies no le dieron nada y al otro día juntaron casi 20 euros.

Otro detalle curioso es que también llego un rumano (tenemos la teoría de que era gitano), hasta ahora nadie sabe quien es, más abajo hay una foto de él, pero lo que sí sabemos es que se robó todo el alcohol y las cervezas que teníamos en el refri mis compañeros de departamento y yo, además de algo de comida.

Al final una muy buena fiesta (terminó a las 5 am), uno de mis compañeros de departamento amaneció con rasguños en las piernas (nadie sabe por qué), todos se divirtieron bastante, y yo no esperaba que tanta gente viniera, sobre todo estando a 17 mil kilómetros de mi país, y mucho menos tantos regalos.

Nunca olvidaré mi primer cumpleaños fuera de México.

Aquí algunas fotos de la fiesta (si alguien conoce al rumano, denúncielo).

 
 Rodeado de muchas chicas lindas





 El vagabundo ruso es el pelón, el de camisa roja y azul cuadrada es el rumano


Con los italianos


Con Joonas (Finlandia)


Quien los viera, nunca se visten así



Con Anastasia (Rusia)

 Salud!!

Con Matti (Finlandia) y su regalo

miércoles, 15 de febrero de 2012

Conquistando el Polo Norte

Cuando vives en Helsinki y tienes temperaturas de -20° con sensación térmica de -30°, piensas que no puede haber otro lugar más frío en el mundo. Bueno, el fin de semana viajé con otros estudiantes de intercambio hacia el norte del país, y me di cuenta que sí los hay.

Fuimos al Círculo Polar Artíco, lugar que nunca en mi vida imaginé visitar. La buena noticia para nosotros, es que ese fin de semana iba a haber clima de verano, el primer día que llegamos estabámos ´más o menos a -15° ó -20°, con una sensación térmica de -25°, nada del otro mundo. Los demás días hizo calor (cuando en Finlandia llegas a -6° se considera caluroso), y el día que regresamos llegamos a la increíble temperatura de 0°, por ratos el termómetro marcó +2°, temperatura que es rarísima ver en esta época del año.

El viaje estaba programado para 13 horas, ibamos a cruzar el país de sur a norte, y por ley los conductores deben de descansar cada determinado tiempo, y como los finlandeses siguen las leyes al pie de la letra, tuvimos que hacer 3 ó 4 paradas, por eso también el viaje se prolongó.

Llegamos a Levi, un pueblito de no más de 10 mil habitantes. Seguramente muchos se preguntan, ¿qué demonios hay ahí? ¿Qué se puede hacer en un lugar donde no hay más de 10 mil personas? En Toluca hay colonias con mayor número de pobladores. Bueno, la principal atracción es esquiar o hacer snowboarding, pero como en mi vida los he practicado y no quería pasarme el día en el suelo, decidí junto con otros compañeros ir a ver unas figuras hechas en hielo e ir a una granja de renos.

Las figuras están impresionantes, realmente son profesionales las personas que las hacen. Están al aire libre y la vista desde ahí es impresionante.

Después nos fuimos a la granja de renos en un lugar enmedio de la nada. Cuando te dicen "vete a la chingada" literalmente te mandan ahí, porque no hay nada, más que nieve. En la granja había un restaurant, pero si querías ir a comer ahí tenías que avisarles con un día de anticipación, porque tenían que ir a comprar los insumos al pueblo más cercano. Es la primera vez que veo un reno, al ser animales salvajes siempre están enojados y no les gusta mucho el contacto con la gente. Una chica que fue con nosotros aún sigue sin poder creer como la gente se come a esos animales, que según ella son tiernos.

El norte de Finlandia es famoso porque ahí viven los lapones (nativos finlandeses), son el equivalente a los indios para nosotros, no hablan finlandés, sino saami, no están muy acostumbrados a ver extranjeros, y la buena noticia para los caballeros, es que las laponas son las mujeres más hermosas de Finlandia, aún más guapas que las de Helsinki. En lo personal, son las mujeres más lindas que he visto en toda mi vida.

Por la noche uno de los finlandeses que fue con nosotros nos dio una cata de vodka, pero realmente buen vodka, no como el que venden en México, que es gasolina pura. Había vodkas rusos, finlandeses, ucranianos y un estonio que yo llevé.

En este lado del mundo es muy común que después de beber vodka o alguna bebida similar, te comas un pedazo de pepino, pepinillo o de jitomate, un principio muy similar al que tenemos nosotros con el limón después de tomar tequila. Al momento de que el vodka pasa por tu garganta no raspa, cosa totalmente nueva para mi, acostumbrado a que en México uno de los mejores vodkas que tenemos es el Absolut, que aquí es de los más corrientes. Y la mejor noticia de todas, una borrachera con el vodka de acá no da resaca.

Al otro día fuimos a un paseo en trineo jalado por perros hoskies, bastante emocionante en verdad, los perros son muy fuertes y el trineo toma buena velocidad.

De regreso a Helsinki, pasamos al lugar donde supuestamente vive Santa Claus, Rovaniemi. Existe una discusión entre finlandeses, suecos y Groenlandia sobre el lugar donde vive Santa, los 3 países tienen sus villas navideñas.

Definitivamente fue uno de los mejores viajes de mi vida, algún día regresaré ahí.


Familia saami







sábado, 4 de febrero de 2012

Conociendo la Ex - Unión Soviética: Estonia

Cuando recién hice este blog, me propuse escribir cada 3 días, me tocaba escribir ayer, pero por cuestiones de la escuela (naa, la verdad es que me fui a una fiesta) apenas estoy escribiendo hoy.

Mi idea al principio era escribir cronológicamente, pero he decidido mandar esto al diablo y escribir como se me de la gana y dependiendo mi humor del día.

El día de hoy escribiré acerca de un viaje a Estonia (un país del tamaño de Tabasco, o quizás Tabasco esté mas grande) que realicé el viernes pasado.

Pero antes de empezar, les quiero dar las gracias a todos por la aceptación que ha tenido el blog. Soy un periodista de clóset (siempre quise estudiar periodismo, pero al final me decidí por la Administración, cosas de la vida). Gracias por tomarse el tiempo de leerlo y por sus comentarios. Para los que me leen desde México, la idea es que cuando me lean imaginen lo que están leyendo, y viajemos juntos en el tiempo. Para los que están conmigo en Finlandia, que vuelvan a recordar y se rían de lo que hemos vivido aquí.

Uno de mis sueños desde niño fue conocer la ex URSS. En la escuela te lo platican pero tú imaginas que eso paso muy lejos, pero cuando a mi me hablaron de eso en la primaria, me propuse que alguna vez en mi vida iba a ir a alguno de esos países que hace poco más de 20 años seguían siendo soviéticos.

Y la semana pasada, cumplí mi sueño. Cuando llegamos a Estonia se me salían las lágrimas de la emoción, estaba cumpliendo uno de las metas que desde niño me propuse, y fue antes de lo que esperaba.

Las distancias en Europa son cortísimas, la distancia de Toluca al D.F es la misma que de Helsinki a Tallin, la capital de Estonia.

Por ser estudiante, el boleto me costó 12 euros, viaje redondo, (prácticamente regalado), pero la condición era que había que ir y regresar el mismo día, y solamente ibamos a poder estar en Estonia 5 horas.

Para llegar tuvimos que tomar un ferry y atravezar el Golfo de Finlandia. La principal atracción de Tallin es que el alcohol es más barato que en Finlandia (pero no vayan a creer que fui por eso), además de que puedes traer todo el chupe que quieras, es Unión Europa y hay libre tránsito. Los finlandeses a lo que van es a comprar alcohol, y empiezan a agarrar la fiesta desde que se suben al ferry, es muy común que sean las 9 de la mañana y ver que hay gente tomando cerveza, mientras yo a esas horas tomo café. Cuando llegas a Estonia, los finlandeses se bajan del ferry, compran mucho alcohol y se vuelven a subir al barco, duermen un poco y se despiertan para seguir tomando.

Estuve muy tentado a hacer eso (jaja no se crean), pero por su rico pasado en cuanto a historia se refiere preferí ir a conocer la ciudad. Sólo compré 3 botellas de vino chileno, 4 euros cada una, para que vean lo barato que es.

Según la UNESCO, Tallin es Patrimonio Cultural de la Humanidad, después supe que este nombre le queda corto. La arquitectura es bellísima. Tiene edificios de todas las épocas, tanto soviéticos como medievales, y caminar en sus callejones es una experiencia inolvidable. Para los que me leen en México, hagan de cuenta que es como "el Guanajuato europeo".

La comida es de lo mejor que he probado en mi vida. Éntré a un restaurant italo - estonio donde comí un salmón delicioso, acompañado de una helada cerveza estoniana.

El único pero que le pondría a esta hermosísima ciudad es el clima. Estábamos a -19°, con una sensación térmica de -23°. Cuando regresé a Helsinki, tenía calor con los -10° de aquí.

El viaje de regreso a Finlandia fue uno de los mejores de mi vida. Después de consumir litros y litros de alcohol, varios de los pasajeros pierden la verguenza y el pudor y se meten a la pista de baile a hacer el ridículo, mientras todo mundo se muere de risa.

Estuve pocas horas en Estonia, espero pronto poder ir y conocer más de ese maravilloso país, ya les contaré, mientras les dejo algunas fotos del viaje.

 El Marco Polo mexicano



 El Titanic mexicano


Muriendo de frío en el ferry