Ice Hockey World Championship 2012

Hace ya bastante tiempo que no escribo en este blog. Quisiera culpar a la falta de tiempo, pero más que eso, la culpa la tiene la nostalgia que siento cada vez que hablo sobre Finlandia. Hace ya 7 meses que regresé, (los 2 primeros fueron fatales, me sentía muy incómodo en México y lo único que pensaba era en regresar a Helsinki). Pensé que ya había superado eso, pero haciendo números, hace exactamente un año estaba yo sufriendo con el frío y la nieve, conociendo nuevos amigos, un nuevo idioma y una nueva cultura, en estos momentos me pregunto que estaba haciendo hace un año, quizás organizando una fiesta en mi departamento, o jugando con la nieve en mi jardín. 

Pero la vida sigue y el show debe continuar, así que, basta de lloriqueos y a lo que vamos. 

Desde hace mucho tiempo he querido escribir sobre este tema. Hoy he decidido mandar al diablo todo lo que tengo que hacer, y escribir acerca del Mundial de Hockey que se llevó a cabo en Helsinki en mayo de 2012, el cual, fue una de las mejores experiencias de mi vida.

Para ser sinceros a mi no me interesa el hockey, y en México no conozco a nadie a quien le importe. ¿Pero qué creen? México ya fue campeón de hockey sobre hielo de la 3era división en 2011 (http://www.eluniversal.com.mx/notas/738463.html), creo que es tiempo de darle mas importancia a otros deportes y no sólo al fútbol 

En alguna ocasión fui a un partido de la liga local, el equipo de Helsinki, Idrottsföreningen Kamraterna i Helsingfors, ok, para abreviarlo le diremos HIFK, jugó contra un equipo malísimo, del cual ni recuerdo el nombre. Obviamente el HIFK ganó por paliza, y tengo que decir que pocas veces he visto tanto ambiente en un estadio.

La euforia por el mundial de hockey era muchísima. En 2011, Finlandia le ganó la final a su acérrimo rival, Suecia. Hace muchos años Finlandia pertenecía a Suecia, así que por razones históricas se odian entre estos 2. Y para hacer más grande la herida, Finlandia se había coronado en Estocolmo. Como se podrán imaginar, los festejos  en aquella ocasión duraron una semana. Así, los fanáticos finlandeses tenían la esperanza de ser bicampeones.

Los juegos de fase de grupos se iban a llevar a cabo en Helsinki y Estocolmo, y las finales exclusivamente en Helsinki.

Llegaron las finales, Finlandia jugaba contra USA los octavos de final un sábado por la tarde. La ciudad estaba desértica, ni una sola alma en las calles. Bares llenos donde la cerveza corría por litros en espera de que el equipo finlandés diera una cátedra de hockey. Ese día tuve un crudo amanecer y, como el partido me interesaba poco, por no decir nada, estuve en el sauna mientras el juego se llevaba a cabo. Saliendo del sauna me enteré del resultado, los gringos iban ganando 3 - 1, pero el equipo finés le dio la vuelta al marcador y ganó 4 - 3. Fiesta nacional durante todo el fin de semana.

Llegaron las semifinales, Rusia vs Finlandia y Eslovaquia vs República Checa. Los organizadores del mundial habían puesto pantalla gigantes afuera del estadio donde se podían ver los juegos gratis. Varios amigos se organizaron para ir a ver ahí los partidos, y yo me colé jeje.

La primera semifinal fue Rusia vs Finlandia, todo el país tenía puestas las esperanzas sobre su equipo, pero no contaban con la artillería del equipo ruso, quienes les patearon el trasero. Así, los finlandeses se iban a casa tristes, desolados y con la cola entre las patas, queriendo curar las penas con koskenkorva (vodka finlandés)

Media hora después de ese partido, se venía el otro, Eslovaquia vs República Checa. Dominika, una amiga eslovaca me regaló en mi cumpleaños un sombrero de su país, el cual por supuesto llevaba yo puesto. Mientras esperábamos que el juego empezara, se acerca a mi un canadiense, y me dice, "tengo boletos para esta semifinal, yo pensé que Canadá iba a estar en este partido, pero no pudimos hacerlo, no quiero los boletos, este juego ya no tiene ningún sentido para mi, te vendo 2 boletos al precio que quieras". La verdad yo no tenía muchas ganas de entrar, México no estaba jugando, y pagar por ver a 2 selecciones que no me interesan en lo más mínimo, me daba pereza. Pero Klara, una amiga checa, que al escuchar la oferta se le abrieron los ojos, me dijo, "Vamos, mi país estará jugando, y esto representa mucho para mí. Negocia un buen precio y entramos los 2". Negocié con el canadiense, y le pagamos 25 euros por cada boleto, (su precio original era de 250 c/u). 

Entramos al estadio y nos sentamos con la porra del equipo checo, que al ver mi sombrero de Eslovaquia me abucheaban y decían no sé que cosas en su idioma raro, mi amiga los tranquilizó diciendo que yo era mexicano y que andaba ahí de colado sólo por el relajo. Eslovaquia ganó el partido fácilmente, y Klara, mi pobre amiga checa, empezó a llorar, diciendo que era la primera vez que entraba a un juego de hockey de su selección, y que habían perdido. Con la euforia del juego, y sin poder creer que habíamos estado en la semifinal del mundial de hockey, donde los boletos son carísimos y dificilísimos de conseguir, nos fuimos a casa.

Al otro día se venían el juego por el tercer lugar, Finlandia vs República Checa, y la gran final, Rusia vs Eslovaquia. Fuimos de nuevo afuera del estadio a ver los partidos en las pantallas gigantes, obviamente yo llevaba puesto mi sombrero de Eslovaquia, y yendo al baño me encontré con que unas edecanes de un patrocinador del evento estaban pintando banderas de las selecciones que jugaban ese día en las caras de los fans. No parezco eslovaco, (quizás gitano) pero por supuesto, yo tenía que pintarme la cara con la bandera de Eslovaquia.

Vimos el primer partido, República Checa aplastaba a Finlandia, los jugadores finlandeses seguían desmotivados después de la paliza que Rusia les dio. Esperando a que empezara la final, se acerca un finlandés y me dice, "la empresa en la que trabajo me regaló 2 boletos para la final, no los quiero, Finlandia no está en ese partido, y como los boletos fueron un regalo, no sería correcto que yo los vendiera, te puedo dar los boletos, con la condición de que tú entres al partido y me prometas que no se los vas a vender a nadie". ¡Por supuesto que acepté! ¡Tenía en mis manos 2 boletos para la final del mundial de hockey, cada uno costaba 300 euros y yo no tenía que pagar nada por ellos! Fui corriendo a buscar a otra amiga eslovaca que estaba ahí con nosotros, Lenka, aficionada de hueso colorado al hockey, pero que, como Klara, nunca había estado en un juego de su selección. Cuando la encontré, le dije, "tengo 2 boletos, no preguntes como los conseguí, vamos al partido, sé que te hará muy feliz estar ahí". Ella no lo podía creer, iba a entrar a ver jugar a su país en la final, contra el país que toda Europa odia, Rusia. 

Pero, si para algo son buenazos los rusos, además de para tomar vodka, es para el hockey. Son el país más grande del mundo y la mitad del año está congelado, así que sin problemas ganaron la final. 

El momento más emotivo del campeonato fue escuchar el himno ruso mientras las banderas de los 3 países ganadores del podio subían hasta el techo, en ese momento sentí como se me ponía la piel de gallina. Aquí les dejo el link del himno de Rusia, con subtítulos en español, para que vean, http://www.youtube.com/watch?v=D9An__ipK4A  

Esa noche la ciudad fue un caos y estuvo de cabeza porque los aficionados rusos andaban celebrando. Nos fuimos a casa, tristes porque Eslovaquia se tuvo que conformar con el 2° lugar. Yo me fui muy feliz, y a la fecha sigo sin poder creerlo, estuve en una semifinal y en la final. Sin duda soy un tipo muy afortunado. 

Aquí algunas fotos